No se preocupe por los robots, preocúpese por su propósito
La IA va a conseguir que cambies tu voto en estas elecciones
Puede predecir con precisión cómo votará una persona en las elecciones con base en su perfil de redes sociales y sus preferencias políticas, según un estudio de la Universidad de Stanford.
a inteligencia artificial (IA) va a conseguir lo que no consiguió tu cuñado: que cambies tu voto en las próximas elecciones. Y si no es en estas de mayo, tiempo al tiempo. Los partidos ya están probando hasta dónde pueden llegar con estas nuevas herramientas para permanecer en el poder o asaltarlo desde la oposición. Y como todo avance tecnológico, no hay vuelta atrás. Que no nos pille con el voto desprevenido.
Diversos estudios avanzan este futuro ya inmediato. La IA puede predecir con precisión cómo votará una persona en las elecciones. Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford hicieron un experimento para ver si la inteligencia artificial podría ayudar en la persuasión política. La idea era enviar mensajes personalizados a los votantes (microtargeting) con base en su perfil de redes sociales y sus preferencias políticas. Así que entrenaron a la IA para crear mensajes que se adaptaran a cada individuo.
Después, mandaron estos mensajes a más de 10.000 votantes en un estado clave durante las presidenciales de 2020. Los mensajes hablaban sobre las políticas de los candidatos y se adaptaban a las opiniones políticas y las preocupaciones específicas de cada votante. Concluyeron que los mensajes personalizados eran mucho más efectivos que los mensajes genéricos. Lograron aumentar la probabilidad de que los votantes apoyaran al candidato que los envió el mensaje en un 2,6% (dato promedio). Además, estos mensajes fueron especialmente más efectivos en convencer a los indecisos, los que verdaderamente decantan el resultado de todas las elecciones.
Tres años después, la IA es hoy mucho más sofisticada y mucho más inteligente. Por poner un ejemplo, el Partido Demócrata ya está explorando el uso de la inteligencia artificial para generar los primeros borradores de algunos mensajes de recaudación de fondos. Estos mensajes superan muchas veces en rendimiento a aquellos escritos completamente por los fontaneros y asesores de los candidatos.
La inteligencia artificial conecta los problemas que destacan las personas en los estudios con los mensajes más adecuados
Los estudios utilizan modelos de aprendizaje automático para analizar datos de encuestas de opinión y comportamiento político. La IA puede leer cualquier data pública (redes sociales, foros…) y, sobre todo, estudios de opinión. Esa es una parte importante, ya que conecta los problemas que destacan las personas en los estudios con los mensajes más adecuados.
Siempre se ha utilizado tecnología para las campañas electorales, pero la campaña de Obama fue un referente en utilizar tecnologías modernas. Con esta campaña empezó todo lo que conocemos como el tratamiento masivo de datos de manera automática. La campaña utilizó herramientas de análisis de datos para recopilar y analizar información sobre los votantes. Estas herramientas les permitieron conocer mejor a los votantes y dirigirse de manera más efectiva a grupos específicos. Lo que hizo fue usar una técnica que combina big data y análisis de redes sociales para tener una idea más precisa de cómo andaban las cosas. Por ejemplo, utilizó la herramienta de análisis de datos Narwhal, que les permitió recopilar información sobre los votantes de diferentes fuentes, como registros electorales, encuestas y formularios de registro de la campaña. La información recopilada se utilizó para crear perfiles detallados de los votantes y para identificar a los grupos demográficos clave que podrían ser persuadidos para votar por Obama.
En 2016, dimos una vuelta de tuerca más, pasamos del análisis de los datos a estudiar cómo se mueven las emociones en las redes sociales, y sobre todo a estudiar cuándo se usan para influir en la opinión de la gente y en cómo votan. Pasó en la campaña de Donald Trump. La cosa fue así: cada votante recibía mensajes diferentes según la predicción que hacían sobre su personalidad. Y, aunque algunos mensajes eran contradictorios, se enviaban para influir en la forma en que votaban. Todo esto se lo encargaron a la empresa Cambridge Analytica, pero luego saltó la polémica, habían recopilado información de millones de usuarios de Facebook sin autorización. El método que usaron se basó en los estudios de psicometría de Kosinski, que descubrió que con un número limitado de likes se podía saber mucho sobre una persona.
Hace una semana arrancó la primera campaña electoral en la que la IA va a ser utilizada como ese cuñado insistente que intenta cambiar tus ideas y que votes a los suyos. En los próximos días veremos cuánto han aprendido nuestros partidos de lo que ya se viene haciendo en Estados Unidos. Advertidos estamos.
Más Artículos, Entrevistas y Conferencias relacionados
Convierte el ruido tecnológico en conocimiento accionable.
Suscríbete a mi newsletter Buzzwords para poder recibir cada 15 días la nueva edición. Si quieres leerlo antes, puedes leer las dos primeras ediciones sin registrarte: