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Jóvenes + uso diario de las redes sociales = cuidado que puede haber problemas de bienestar mental. Aunque, a decir verdad, los podemos sufrir cualquiera que abusemos de ellas. El último informe del McKinsey Health Institute revela que la participación de la Generación Z en las redes sociales puede ser negativa, pero también puede ayudar a encontrar apoyo para la salud mental y la conexión entre personas.
Lo primero, ¿qué edad tienen los Zers? Desde 1995 a 2010 aprox. Segundo, cada vez que leo estos titulares negativos sobre las redes sociales pienso: ¿no pasaba en generaciones anteriores?, ¿cuánto afectó a mí o mis padres la aparición de la televisión?, ¿cuánto nos han afectado los diferentes productos y servicios a lo largo de nuestra vida?
Alguien dirá “la diferencia es que las redes sociales han sido programadas para ser adictivas”. Cierto. ¿Pero no lo son otros productos digitales y no digitales con los que nos relacionamos? Antes de seguir, no me gustaría que las colocáramos como un demonio sino tener más contexto.
De media, los miembros de la Generación Z son más propensos que los de otras generaciones a manifestar sentimientos negativos hacia las redes sociales. (wtf!) Pero correlación no es causalidad, y los datos del estudio indican que la relación entre el uso de las redes sociales y la salud mental es compleja.
Una sorpresa: el compromiso de las generaciones mayores con estas plataformas está a la par con el de los Gen Zers. Por ejemplo, los baby boomers de ocho de los 26 países encuestados afirman pasar tanto tiempo en las redes sociales como los Gen Zers, siendo estos últimos los más propensos a publicar. Y si bien las repercusiones negativas de las redes sociales se registraron en todas los grupos generacionales, los efectos positivos fueron aún más comunes: más del 50% de todos los grupos citaron la autoexpresión y la conectividad social como aspectos positivos de las redes sociales.
No sólo las redes sociales, pero también las redes sociales impactan fuerte en nuestra salud mental.
Perdón por autocitarme. Ya lo expliqué en la segunda edición de Buzzwords. La adicción a las redes sociales se debe principalmente al algoritmo, según el psicólogo BJ Fogg de la Universidad de Stanford, su modelo de comportamiento se basa en la motivación, la habilidad y ser un activador. Las redes sociales se aprovechan de esto para mantener a los usuarios “comprometidos”.
El éxito de TikTok, por ejemplo, se debe a su combinación de videos cortos y un algoritmo adictivo. Fogg reconoce que las compañías tecnológicas explotan vulnerabilidades psicológicas para mantener a las personas enganchadas, usando recompensas variables. Sin embargo, él aboga por un enfoque ético y promueve el uso de su conocimiento para fomentar buenos hábitos que promueva un cambio positivo en la tecnología persuasiva.
La relación entre el uso de las redes sociales y la salud mental presenta desafíos significativos, especialmente, para la Generación Z porque su personalidad aún está en la forja. Los datos del estudio de Mckinsey revelan que los jóvenes, en particular aquellos que pasan más de dos horas al día en las redes sociales, experimentan impactos negativos en su bienestar mental, con efectos más pronunciados en Europa y Oceanía.
Las mujeres de la Gen Z dicen sufrir una mayor ansiedad relacionada con el miedo a perderse eventos (FOMO), problemas de imagen corporal, y una disminución en la confianza en sí mismas, debido al uso de las redes sociales. Estos hallazgos son significativos para reflexionar.
Sobre los algoritmos. Cada vez están más en la lupa de los reguladores y la sociedad. Destaco a profesores como BJ Foog, que lleva años de investigación en su laboratorio de Stanford, para que cualquier persona que busque diseñar tecnologías persuasivas, revise sus conclusiones sobre ética, y pueda centrar sus esfuerzos para lograr un cambio positivo.
En el uso de las redes, hay algo positivo, sí, más del 50% de todas las generaciones encuestadas experimentan beneficios:
Esto sugiere que, si se utilizan de manera adecuada, las redes sociales y la tecnología pueden desempeñar un papel importante en el apoyo y la mejora de la salud mental en una amplia gama de grupos de edad.
Una perla.
Os comparto una gran herramienta para conseguir un uso adecuado de las redes.
Se trata de Screentime, creada por el equipo del profesor BJ Fogg. Es un proyecto de reducción del tiempo frente a la pantalla, que se basa en la recopilación de la mayor base de datos del mundo sobre métodos para reducir el tiempo frente a la pantalla.
Ya me contaréis qué os parece.
He utilizado la mayor cantidad de fuentes posibles, particularmente me gustan: The Information, Wired, Protocol, Ad Age, AdWeek, … e informes de Mckinsey. Aparte utilizo inteligencia artificial, como GPT-4, para traducir y mejorar los textos.