😰 El futuro del internet semi-libre pende de un hilo

Ya alerté en abril que lo de Telegram no pintaba bien. ¿Recuerdas? Pues toma dos tazas. La reciente detención de Pavel Durov, fundador de Telegram, en Francia por presunta implicación indirecta en actividades ilegales facilitadas por su plataforma me ha hecho pensar, de nuevo, en LA LIBERTAD. 

A ver, no es que él haya estado involucrado directamente, sino que se le acusa de no hacer lo suficiente para detener a criminales que utilizan Telegram para el tráfico de drogas, terrorismo y otros delitos. Lo que viene siendo omisión, y eso querido Durov “como que no”.

¿Pero este arresto es por violar una ley o es un golpe del poder contra la libertad que las redes sociales representan?

¿Quién decide qué es censurable o no en Internet?

Pensemos por un momento, ¿a quién le molesta internet? A muchos. Gobiernos, grandes corporaciones, grupos publicitarios, e incluso algunos medios tradicionales están incómodos con una red que escapa a su control. No se trata de una gran conspiración global, sino de algo mucho más sencillo: EL PODER odia no tener el control absoluto.

Las redes sociales, con Telegram a la cabeza, han desafiado ese control. Son plataformas donde la información fluye sin filtros, donde cualquiera puede tener voz. Y eso asusta a quienes están acostumbrados a dictar las reglas del juego.

El poder global, especialmente en el ámbito digital, se ejerce no sólo a través de gobiernos, sino también mediante las grandes corporaciones que controlan la publicidad y los algoritmos de visibilidad en redes.

Diversas investigaciones recientes han puesto de manifiesto cómo el poder y las grandes corporaciones intentan controlar el flujo de información en internet:

1. Global Alliance for Responsible Media (GARM): agrupa a las principales agencias publicitarias del mundo. Ha sido criticada por su rol en la censura encubierta de contenido. Según una investigación de Foundation from Freedom Internet, GARM utiliza la «seguridad de marca» como pretexto para suprimir contenido que no conviene a sus intereses. La seguridad de marca viene a ser un relato donde se argumenta que las marcas necesitan “espacios seguros” donde anunciarse.

2. Pew Research Center: un estudio reciente mostró que la mayoría de los estadounidenses cree que las plataformas de redes sociales censuran intencionadamente ciertos puntos de vista políticos, especialmente los conservadores. Esta percepción de censura política refuerza la idea de que las plataformas digitales son manipuladas para silenciar voces disidentes.

3. Media Research Center (MRC): ha documentado cómo grandes corporaciones y agencias gubernamentales colaboran para restringir la libertad de expresión, utilizando sofisticadas técnicas de moderación de contenido que van más allá de lo que es legalmente necesario, afectando negativamente la diversidad de opiniones.

Pero aquí está la cuestión: no es solo Telegram, es todo el ecosistema digital el que está bajo ataque.

Nos toca defender este internet

El arresto de Durov podría ser solo el principio. Si se le procesa con éxito, otros líderes tecnológicos podrían enfrentarse a la misma suerte. 

La pregunta que debemos hacernos es: ¿qué tipo de internet queremos? ¿Uno controlado por el poder establecido o uno donde las ideas, por más incómodas que sean, puedan circular libremente?

El futuro de internet pende de un hilo, y como usuarios, tenemos un papel en defender más de tres décadas de red abierta comercial que tanto nos ha dado. ¿Estamos dispuestos a dejar que unos pocos decidan lo que podemos o no ver? 

Se tienen que cumplir las leyes que ya teníamos, por favor, basta ese amasijo legal de las nuevas leyes ad hoc europeas para las plataformas digitales. Las anteriores valían.

Las plataformas tienen que tener caras y ojos, representantes legales, como cualquier empresa. Ni más ni menos exigencias que cualquier otra empresa.

La discusión está abierta, y es hora de que cada uno de nosotros decida su posición.

📚 Lecturas interesantes seleccionadas para ti

• En El Confidencial, Manuel Ángel Méndez y Albert Sanchís, hacen un buen resumen de la detención del fundador de Telegram, además de una buena biografía.
• En The Washington Post también hacen un recorrido al debate encendido que está provocando la detención de uno de los fundadores de Telegram.
• En Financial Times, publicaron un artículo sobre Telegram el pasado marzo. El autor del artículo dijo que tuvo una rara entrevista con el fundador de la app, donde le declaró que estaban considerando salir a bolsa.

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