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Aquí puedes leer la edición 30

🔥 El Telegramazo

Justo antes de Semana Santa vivimos ‘el Telegramazo’, que te lo traigo aquí porque no se ha acabado. Me explico. Empiezo por lo que vendrá.

El futuro

Movistar+, LaLiga (de fútbol) y Egeda, entre otros, van a recurrir el no-cierre, y no van a parar en su persecución hasta que se presente un representante de Telegram en España.

¿Y con eso vale? La causa

Con que aparezca alguien de Telegram, ¿vale? Valer, valer, no.

El asunto es la presunta piratería de contenidos que se realiza en Telegram por los canales. El tema es que Telegram no identifica al usuario que lo hace como sí lo hace Meta, por ejemplo. (Es el propio juez en su auto, literalmente, dice que “todas las plataformas menos Telegram sí suministran” la información que se les requiera por las autoridades judiciales españolas.)

Entonces los que han interpuesto la demanda contra Telegram dicen que se presente alguien de Telegram para, por lo menos, discutir el asunto y poner solución.

Telegram, hasta la fecha, ha hecho: ‘cri-cri-cri…’ y, por tanto, no parece poner una solución a ello.

El juez, Pedraz, dijo algo así como “pues ciérrese”. Y entonces, llegó el lío.

¿Por qué 48 horas después dijo el juez que no se cerraba Telegram?

Miedito. Presión social. Un marrón. Así lo interpreto yo.

¿Piratería = puestos de trabajo?

Hablamos de un caso de supuesta piratería en la red social Telegram, dentro de sus canales. ¿Y esto no nos suena un poco a una conversación de hace 15 años? Pues ahí estamos.

La parte acusadora dice que como mínimo esta piratería se puede cuantificar en 500 millones de euros, por no decir, (¡venga!), el doble. En su derecho están. Según un informe de PwC, se espera que los ingresos del sector audiovisual en España crezcan hasta alcanzar los 35.011 millones de euros en 2027, a pesar de los desafíos planteados por la piratería, que supone un daño significativo a la industria.

La Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos ha indicado que el impacto de la piratería supuso un perjuicio al sector cultural digital de 2.271 millones. Estamos hablando de aproximadamente que la piratería se come cada año el 6% de los ingresos de la industria, eso es mucho dinero y muchos puestos de trabajo. Aunque como suscriptor de Movistar+ me metan publicidad cuando quieren, aunque su reproductor sea de los peores del mercado, aunque su experiencia de usuario sea lamentable, aunque el precio es anormalmente alto … eso no es una eximente para que alguien piratee.

Subrayo la importancia de equilibrar la libertad de expresión con la protección de los derechos de propiedad intelectual y el sostenimiento económico del sector cultural.

¿Es tan malísimo Telegram como para llegar a cerrarlo?

La Justicia dirá, pero Telegram en otros casos se ha destacado por su papel de distribución de contenido con derechos de autor, la venta de drogas ilegales y la comunicación entre grupos terroristas, actividades que han beneficiado, corrijo, por las que se han lucrado, presuntamente, tanto los usuarios implicados como la propia plataforma (esta es la novedad). A diferencia de otras aplicaciones de mensajería, como WhatsApp, Telegram ha demostrado una falta de cooperación con las autoridades judiciales, negándose a identificar a usuarios involucrados en actividades ilícitas. Visto así no parece que la plataforma atraiga a lo mejor del barrio…

Visto de esta otra manera igual nos cambia la foto. Países que han prohibido Telegram y sus supuestas razones (El Confidencial):

China. Desde 2015, supuestamente para evitar que se difundiesen críticas al Gobierno.

Cuba. Desde 2021, a raíz de las protestas antigubernamentales que se produjeron aquel año.

Irán. Fue una herramienta importante en este país para que la oposición se organizase y difundiese sus ideas, pero acabó siendo bloqueada: primero de manera temporal en 2017, y permanentemente desde 2018.

Pakistán. Desde 2018.

Tailandia. Desde 2020, a raíz de unas protestas antigubernamentales.

No son los más edificantes de la geopolítica. Y digo yo, en inglés por si lo entienden mejor: “Dear, Telegram: Why don’t you cooperate with courts?”

¿Otra vez con el debate de dónde está el límite a la libertad de expresión y los derechos de autor?

Otra vez.

Soy libertario. Soy sensato. Me gusta escuchar a los demás. Amo la libertad y la propiedad privada. Imagino que como la mayor parte de las personas. Y por eso me he ido a releer a mis clásicos por si te puede servir como solución y punto de vista distinto. (Esa es mi obligación y propósito con Buzzwords: exponer distintos enfoques que nos puedan ser útiles).

Friedrich Hayek, por ejemplo, hubiera sostenido que el intento de regular y cerrar plataformas como Telegram podría ser visto como una forma de “camino hacia la servidumbre”, una idea que desarrolló ampliamente en su obra homónima. Según Hayek, la intervención estatal en la economía y en la sociedad tiende a limitar la libertad individual y eventualmente conduce a formas de gobierno autoritarias. Desde esta perspectiva, el cierre de Telegram podría interpretarse no sólo como un acto de control sobre la economía digital, sino también como un peligroso precedente hacia el control del discurso y la información.

Pero yo le diría a Hayek que si yo creará una app en España como Telegram tendría que haber respondido a los requerimientos de la Justicia y tendría que haber asignado un responsable legal de mi app.

Ayn Rand, con su filosofía del objetivismo, habría defendido la soberanía del individuo y su derecho a actuar según su propio juicio racional. En el caso de Telegram, Rand podría haber argumentado que la plataforma ofrece un servicio valioso al permitir la comunicación libre e irrestricta, un pilar fundamental para una sociedad libre. La intervención del gobierno, en este sentido, sería una infracción a la libertad individual y a la capacidad de los individuos de elegir cómo y a través de qué medios comunicarse. Aquí es donde veo el conflicto entre derechos. El bloqueo me impedirá conectarme con terceros, pero yo culparía a Telegram, ya que no se rige por la ley española, que no quiere “en teoría”, cerrar la plataforma, si no que responda ante las denuncias de terceros.

Pagamos justos por pecadores

Sí, así es.

La Justicia ha querido bloquear una plataforma por una causa lógica y legítima: Telegram se niega a nombrar representante legal en España, y potencialmente, a identificar a los usuarios que presuntamente cometan ilícitos. Es sencillo.

¿Deberíamos los ciudadanos demandar a Telegram por esta ausencia? ¿Por qué en el resto del mundo no se ha hecho?

📚 Lecturas interesantes seleccionadas para ti

  • Telegram estaría cerca de salir a bolsa y ser pública con todas las obligaciones legales, de comunicación a accionistas y el mercado que conllevaría, y en FT se preguntan Does Telegram really want to go public?

ℹ️ ¿Cómo hago Buzzwords?

He utilizado la mayor cantidad de fuentes posibles, particularmente me gustan: The Information, Wired, Forbes, Protocol, Ad Age, El Confidencial, FT, El Español, TechCrunch… Aparte utilizo inteligencia artificial, como GPT-4, para traducir y mejorar los textos.